Ambientación

Corre el año 3156, han pasado más de 1000 años desde que el ser humano colonizase las estrellas, más de 650 desde la última Gran Guerra (la II Guerra Estelar) y cerca de medio siglo desde que contactásemos con diferentes razas alienígenas. Desde entonces, la expansión del imperio Terrano ha sido notable, expandiendo nuestra raza a diferentes galaxias y a cientos de planetas; pero, ni mucho menos, el universo está explorado.

La historia que aquí ofrezco, es solo un punto de vista de los muchos que, cada individuo, podría ofrecer sobre ello. ¿Acaso no hay gente que piensa que colonizar un planeta, acabando con todos sus habitantes, es lo correcto? ¿O acaso no hay quien cree que cometimos un error al atrevernos a saltar al hiperespacio? Así es la historia, que se cuenta según los ojos que la ven... y en nuestro caso, no iba a ser diferente.

Todo comenzó, como he dicho, hace más de 800 años. Corría el año 2104, el ser humano ha dado el salto a la vida en el espacio tras el descubrimiento de los motores de "movimiento Eatum" (más conocidos como motores E) —Eatum era el nombre del científico noruego que creó el sistema de almacenamiento de energía que potencia a los motores—. Con ellos, la permanencia en el espacio es completamente viable y los viajes estelares son algo normal para el hombre de la época.

Tras esto, todo fue rodado: primero estaciones espaciales, más adelante colonias lunares y saltos a planetas relativamente cercanos. Los terranos se expandían rápidamente, y el primer planeta (más allá del propio) que vio florecer a esta raza, fue el bautizado como "Terra II"; a este le siguieron varias colonizaciones planetarías más, y cuando habían pasado cerca de 200 años, los viajes interplanetarios eran completamente normales.

Podríamos enumerar los cientos de planetas colonizados por esta raza, pero en el documento adjunto enumeramos los más importantes. [...]

Fragmento extraído de las memorias de "Phille Dcrow", líder militar Korg.

— ¡¡5000 Créditos por un transductor!! ¿¡Estás loco!?

La voz del Capitán Xanders se oía por encima del resto de conversaciones en el mercado, los puestos se sucedían uno tras otro en la gran avenida. Allí la gente podía comprar y vender de todo, daba igual qué tipo de tecnología buscases o qué quisieras vender; era lo bueno de la Confederación, allí el libre comercio era el día a día y todo el mundo sabía que se podía conseguir tanto material de primera calidad, como restos de algún desguace.

Xanders capitanea una nave de búsqueda y rescate, se adentran en las nubes de restos de naves que fueron abatidas en combate y recuperan las partes que pueden ser útiles. En su último trabajo, estaban demasiado cerca de la frontera con los Korgs y llamaron la atención de una patrulla que pasaba por allí; pese a identificarse, los Korgs abrieron fuego contra la nave de Xanders, la cual tuvo que escapar de allí, no sin antes recibir algún impacto. Es por eso que ahora, en lugar de andar vendiendo piezas, están intentando comprarlas.

— Ese es su precio, si crees que es muy caro, puedes ir a otro puesto pero sabes de sobra, estimado Xanders, que soy el que mejor material mueve en todo el mercado.

El mercader Veronés tenía razón y el propio Xanders lo sabía, pero eso no le consolaba. Tenía que volver a la nave con un transductor nuevo sí o sí, Theresa le había dicho que no podrían volver a levantar el vuelo sin uno, a duras penas pudieron llegar a Terbus y eso la nave lo había resentido, ahora la "Sombra de Horus" estaba parada en un hangar del sector 5 mientras sus tripulantes esperaban a que su capitán encontrase las piezas que necesitaban.

¿Quién dijo que la vida del autónomo fuera fácil?

La nave Terrania salió del hiperespacio justo en el peor momento posible. A su alrededor, decenas de cazas Korg y Terranios se disparaban mútuamente, mientras en la lejanía se veían los dos destructores Terranios y la Nave de Combate Korg, casi tan grande como los dos destructores puestos uno delante del otro.

En esa situación, la Espíritu 5, la nave del Capitán Xanders, no podía hacer mucho. Para empezar, sus cañones de proa no funcionaban y los misiles se le habían agotado tras su último encuentro; el salto que habían dado era desesperado, intentando huir de sus enemigos, al menos el motor de hiperespacio había funcionado. Cuando de pronto...

El destello iluminó toda la zona; varios cazas de ambos bandos se encontraron dentro del radio de aparición de la nave Aratenense. Tras esto, el enorme navío galáctico comenzó a abrir fuego a todos los frentes, eran abatidas naves Terranias y Korg por igual, como si el mismísimo infierno fuera el que le facilitara la furia. Xanders reaccionó lo suficiéntemente deprisa:

— ¡¡Rápido, cambio de rumbo!! ¡¡Destino 750 Norte!!
— Pero... eso nos coloca de frente a los destructores Terranios.
— Por eso mismo, sólo colócate donde te he indicado... ¡¡motores a máxima potencia!!

La Espíritu 5 aceleró al máximo que le permitían los dañados motores, aunque el hiperpropulsor estuviera intacto, no lo estaban así los motores de propulsión y cuando Spike aceleró, la nave se resintió. Hubo varias pequeñas explosiones en el interior de la nave y comenzó a perderse atmósfera de algunos compartimentos; pero al final lo consiguió y mientras los Aratenas masacraban las pequeñas naves de guerra, los terranios no se durmieron y abrieron fuego con las baterías frontales. Milagrosamente, aunque en el interior de la Espíritu 5 todos estaban asustados, ninguno de los disparos impactó en ellos.

— ¿Pero qué demonios? — la cara de Spike reflejaba la sorpresa de todos ellos.
— Cada destructor terranio tiene un punto ciego en los puestos de armas delanteros.

La respuesta de Xanders no restó sorpresa a su tripulación, estos no creían lo que estaban viendo.

— Venga chicos, esto no nos va a servir mucho. Arreglad lo que podáis de soporte vital y ponedme el hiperpropulsor a máxima potencia, quiero salir de aquí en cuanto podamos.

Tras la orden de Xanders todos en la nave se esforzaron en su trabajo, y apenas dos minutos después de la aparición de la nave Arateniense, la Espíritu 5 abandonaba el sector esperando que, esta vez, no pudieran ser perseguidos.

El siguiente mapa ha sido extraído de la Biblioteca de Oberón. Muestra la distribución del universo conocido en el año 3156.



Se muestran, por vez primera, las fronteras de Edén, dentro de El Vacío.

Anotaciones del maestre Teribón, bibliotecario de la Federación Terrana.

Los Neliardes son una raza extraña, nunca han entrado en guerra con ninguna civilización de la Galaxia y es sabido que ni siquiera los Cáriz se atreven a levantarse en armas contra ellos. Los Aratena, incluidos, han sido incapaces de atacar a ningún Neliar.

¿Qué demonios ocultan? ¿Por qué poseen este aura de paz?

Desde luego, descubrir qué mueve a los Neliar sería un gran paso para frenar a los insectoides, y sobre todo a los devoradores. Esperemos que el comando que ha acudido hasta el territorio Neliar, pueda traer alguna pista que arroje algo de luz al asunto.

[Informe del Doctor Kulie, xenobiólogo.]

El periódico chocó contra la mesa, los presentes en el despacho del General T. Rose se estremecieron y se miraron asustados.

— ¡QUIÉN COÑO HA FILTRADO ESTO!

La voz del General se escuchó varios despachos más allá del suyo, por los pasillos del edificio la gente miraba extrañada ante aquel grito.

— Señor, pensamos que ha sido uno de los ingenieros jefe de "Törmen & Eatum".
— Teniente, si no va a decir algo que yo ya sepa, mejor cállese. He leído el artículo y me he percatado yo solito de eso. Ahora bien, me estoy refiriendo a quién, con cara, nombre, apellidos, identificación. —la cara del General estaba roja de ira, en su cuello se veían las venas hincharse poco a poco y su frente comenzaba a estar perlada de sudor— Quiero a ese traidor en mi despacho antes de que caiga la noche o van a rodar cabezas.

Los 3 hombres que estaban en el despacho se pusieron firmes y con un "Sí, Señor" contestado al unísono salieron de allí.

— Maldición, ¿cómo se le puede ocurrir a alguien filtrar la información de nuestro caza?
— García se va a poner muy contento cuando se entere.
— ¿Por? —el hombre miraba extrañado a su compañero— ¿Qué pinta García en esto?
— Esperaba poder ver el caza antes de marcharse en misión hasta la frontera Korg, y sus deseos se van a ver cumplidos.

El tercero de los hombres se quedó pensando unos segundos.

— Chicos, os veo luego en los barracones, voy a comprobar una cosa.

Se dio media vuelta y desapareció por el pasillo.